Culturas Prehispánicas
Prehispánico
es un adjetivo que se utiliza en referencia a lo que existía en América antes
de la llegada de los españoles. El término puede referirse a culturas, idiomas,
construcciones y cualquier otra cosa con existencia previa a la conquista
española de gran parte del continente.
Los inicios del Formativo
están definidos por la economía de subsistencia basada en la agricultura, la
formación de poblados y el surgimiento de la alfarería; la cerámica es uno de
los atributos de las sociedades plenamente sedentarias. La cerámica
mesoamericana más antigua se ha detectado en Puerto Marqués en la costa del
Pacífico denominada Cerámica Pox (2.440 a.C.), la cual fue confeccionada con arcilla
y desgrasante de fibra, por lo que se supone que sus antecedentes se encuentran
en las cestas de fibra del Arcaico. Estas sociedades del 2.500 al 1.500 a.C.
son igualitarias y mantienen unas relaciones sociales basadas en la solidaridad
en relación con el control de los recursos.
Periodo Clásico (1 – 900 d.C.)El Periodo Clásico de la civilización mesoamericana está marcado por el surgimiento de sociedades estatales urbanas con gran número de habitantes, establecidas por sistemas jerarquizados de asentamiento con una estratificación social acentuada. Las ciudades eran cuidadosamente planificadas y trazadas con una clara distinción entre las áreas de habitación de la clase elite y las de la gente común, así como las zonas en que se realizaban procesos productivos y las que se dedicaban a actividades públicas. La arquitectura pública adquirió mayores dimensiones y estaba dispuesta en núcleos cívico-ceremoniales. Algunas de estas ciudades, se convirtieron en los centros dominantes de sus regiones inmediatas, alrededor de las cuales se controlaban las relaciones políticas, comerciales y las expresiones culturales.
El comercio jugó un papel
importante como elemento de interrelación entre estas grandes ciudades
estableciendo relaciones tanto en el ámbito cultural, como en lo político. La
religión ocupó un lugar muy importante en la estructura social como auxiliar
del poder político. Presumiblemente, el clero monopolizaba el conocimiento de
la astronomía, la matemática, la escritura y hasta el comercio y la política.
El Periodo Posclásico es la última etapa del desarrollo independiente de la civilización mesoamericana. Este periodo está marcado por seguir a la caída definitiva de las ciudades del Clásico y por los movimientos migratorios. Este periodo se marca por el surgimiento de grandes sistemas políticos marcados por grandes urbes como Tula y Tenochtitlan.
Las sociedades de este
periodo siguieron desarrollándose sobre las mismas bases económicas que eran la
agricultura y el comercio. La escritura fue una práctica firmemente establecida
y sería un medio eficaz para registrar y reforzar actos rituales, hechos
míticos, conceptos religiosos y eventos asociados a la vida de pueblos y
gobernantes, lo que la convertiría en una de las fuentes de información
fundamental sobre las sociedades mesoamericanas. El desarrollo de un sistema
para el registro del transcurso del tiempo sería una de las consecuencias más
relevantes de la representación jeroglífica y se convertiría, con la existencia
de calendarios regionales, en uno de los rasgos característicos de Mesoamérica.
Cultura Olmeca
La cultura Olmeca o cultura madre mesoamericana fue un
civilización antigua precolombina que habitó en las tierras bajas del
centro-sur de México, durante el periodo Preclásico Medio mesoamericano,
aproximadamente en el estado mexicano de Veracruz y Tabasco en el istmo de
Tehuantepec. La cultura Olmeca tuvo una muy amplia influencia ya que sus obras
de arte de esta civilización también se encuentran en El Salvador. Los olmecas
se desarrollaron entre los años 1200 a.c hasta alrededor del año 400 a. C. Y
por muchos historiadores es considerada la madre de las culturas o civilizaciones
mesoamericanas ("La cultura madre") que más tarde surgirían
Cultura Maya
La cultura Maya fue una civilización precolombina
mesoamericana, conocida por haber desarrollado un único lenguaje escrito
conocido de la América precolombina, así como por su arte, arquitectura y
sistemas matemáticos y astronómicos. La civilización Maya se estableció durante
el período Pre-Clásico ( 2000 a. C. a 250 d. C.), de acuerdo con la cronología
de Mesoamérica, muchas ciudades Mayas alcanzaron su mayor desarrollo como
estados durante el periodo clásico ( 250 d.c a 900 d. C.) y continuaron durante
todo el período de Post-Clásico hasta la llegada de los españoles.
Los mayas vivieron en el sur y sureste de México (que
corresponde a los estados de Yucatán, Campeche, Tabasco, Quintana Roo y la zona
oriental de Chiapas) y en partes de Guatemala, Honduras y Belice. Este extenso
territorio comprendía aproximadamente 350.000 km2.
Cultura Tolteca
Los Toltecas (viene del náhuatl y significa "maestros
constructores") fueron un pueblo que vivió entre los años 900 d.c y 1200
d.c alrededor de su capital Tollan-Xicocotitlan, cerca de Tula en México. Los
toltecas influenciaron en el arte y la arquitectura en toda la Mesoamérica y
tuvieron un enlace especial con la cultura Azteca que es considerada sucesora
del pueblo tolteca.
Cultura Teotihuacana
La Cultura Teotihuacana es una civilización precolombina de
Mesoamérica que se desarrolló entre los siglos I a.c hasta el siglo VIII d.c
aproximadamente. El termino Teotihuacán significa "lugar donde los dioses
han nacido" en idioma náhuatl, esto refleja la creencia azteca de que los
dioses crearon todo universo en ese sitio. La base principal del conocimiento
antropológico y especulativo acerca de la cultura teotihuacana se basa en la
ciudad del mismo nombre Teotihuacán. La cultura Teotihuacana es una de las
culturas más misteriosas de México. Debido a que desaparecieron antes de la
llegada de los españoles a México, no hay documentación de los españoles acerca
de su cultura. Incluso los aztecas en la cercana ciudad de Tenochtitlan sabían
muy poco acerca de ellos, porque su cultura llegó mucho más tarde de la desaparición
del pueblo de Teotihuacán.
Cultura Azteca
La cultura Azteca (llamados también Cultura Mexica), Los
aztecas fueron una civilización precolombina de la región de Mesoamérica, que
floreció entre los siglos XIV y XVI d.c., en el territorio correspondiente del
actual país de México. El idioma azteca era el Náhuatl. Los Aztecas se
desarrollaron en la región cultural de Mesoamérica desde los años 1325 hasta el
año 1521 d.c , fecha de la conquista de México por parte de los españoles, comandados
por el conquistador Hernán Cortés, quienes derrotaron a los aztecas y
destruyeron su civilización.
Cultura Zapoteca
Conquista de México (1521)
La conquista de México hace mención al
sometimiento del Imperio Azteca por parte de los españoles al mando del
conquistador español Hernán Cortes en nombre de la Corona Española que la
representaba en ese momento el rey Carlos V.
Como primer antecedente de la conquista de México es el
descubrimiento de América por Cristóbal Colon el 12 de octubre de 1492.
A partir de la primera expedición de Colón al continente
Americano se asienta la población en Haití.
El 10 febrero de 1519 siendo gobernador de Cuba Diego
Velásquez, Hernán Cortes desobedece al gobernador para acelerar su
salida Cuba y hacer una expedición a lo que sería la Nueva
España. Sale con 11 barcos y más de 600 hombres.
Los españoles llegan a las costas de México en febrero de 1519.
El primer lugar al que arriban son las costas de la isla de Cozumel.
Los españoles avanzan y llegan a Yucatán donde se encuentran con
los mayas y los vencen y le hacen regalos a Hernán Cortes como son 20 mujeres
entre ellas la Malinche conocedora del maya y del náhuatl.
Los españoles continúan con su recorrido y llegan a las costas
de Veracruz donde fundan la ciudad de la Villa Rica de la Vera Cruz.
Los españoles llegan a Cempoala un gran centro comercial donde
habitaban los totonacas que les hicieron una descripción minuciosa a Hernán
Cortes de la gran Tenochtitlán.
En su recorrido a Tenochtitlán, Hernán Cortés se encuentra
con los tlaxcaltecas y se unen a él en contra de los aztecas prometiéndoles
quitarles todos los tributos que pagaban al gran imperio mexica.
Los españoles llegan a la gran Tenochtitlán el 8 de noviembre de
1519 y el gran emperador Moctezuma recibe con grandes honores a Cortés
y lo aloja en el palacio de Axayácatl y posteriormente toman
como rehén a Moctezuma.
Empieza el sitio en la gran Tenochtitlán que dura
alrededor de 3 años donde los españoles tiene una gran derrota: La Noche
Triste, 1 de julio de 1520, Cortés se siente bajo un árbol y llora por su
derrota.
Al morir Moctezuma sube al poder Cuitláhuac pero
poco puede hacer por su imperio ya que muere pronto a causa de la viruela
y lo sucede en el trono el joven Cuauhtémoc . El 13 de agosto de 1521
Cuauhtémoc fue capturado, lo que significó la definitiva caída de Tenochtitlán
en manos de los españoles.
A partir de esta fecha inicia el periodo de la historia de
México conocido conocida como la colonia que dura tres siglos de
1521 a 1821.
La conquista de México es esencialmente la que
establece los aspectos primordiales de la localidad, la economía, la cultura y
la ciencia. Lo que poseemos en cambio es la reemplazo de una cultura por la
occidental.
La Colonia (1521-1810)
Para la historia de México el periodo conocido como
la Colonia o el Virreinato empieza en el siglo XVI, cuando los españoles, al
mando de Hernán Cortés, conquistaron la antigua México-Tenochtitlan. Así
fundaron la Nueva España, nombre que los conquistadores le dieron a la actual
ciudad de México. También se conoce esta etapa con el nombre de Virreinato
porque el país, durante el tiempo que duró, fue gobernado por un representante
del rey de España que tenía el título de virrey.
Es muy raro que haya épocas que abarquen
exactamente una cifra decimal redonda, pero en nuestra historia colonial así
es, ya que se considera que esta etapa empieza estrictamente en el año de 1521,
cuando cayó en poder de los españoles la antigua ciudad de México-Tenochtitlan,
y termina en 1821, año en el que se declaró la Independencia de México.
Así pues el periodo de la Colonia abarca 300 años,
y está usualmente dividido en tres periodos: el primero y más antiguo es el que
corresponde al siglo XVI y corresponde a todo lo que pasó en la Nueva España
desde 1521 hasta 1600; el segundo, el del siglo XVII, que comprende lo sucedido
entre 1601 y 1700; y, finalmente, el tercero y último, el del siglo XVIII
mexicano y que va de 1701 y 1800.
Los 21 años que faltan para llegar a 1821 ya
pertenecen al siglo XIX, y todavía son parte de la historia de la Colonial,
aunque los historiadores les conceden a esos años finales del Virreinato el
apelativo de periodo, “de transición”, ya que la lucha iniciada por Miguel Hidalgo
y Costilla contra el dominio del gobierno español en la Nueva España había
comenzado en 1810 dando lugar así al nacimiento de México.
La importancia de la época de la Colonia es
determinante tanto para la historia de nuestro país como nación independiente
como para la historia de todo Occidente, ya que, a partir de ese momento,
América entró a formar parte del mundo que hasta entonces conocían los
europeos.
En la época de la Colonia la religión católica ganó
nuevos e importantes territorios, cambió el lenguaje, la traza de las ciudades,
las manifestaciones culturales y artísticas y se inició el mestizaje o
sincretismo, es decir la mezcla entre los conquistadores y los conquistados,
combinación que definió el carácter actual que tienen hoy todas las naciones
llamadas latino o hispanoamericanas.
Para entender cabalmente la complejidad de la época
de la Colonia en México habría que analizar, en un principio, dos tipos de
dominación española: la conquista militar y la conquista espiritual, y después,
adentrarse en cómo fue el establecimiento de las ciudades españolas, cuál la
situación de los naturales, cómo estaba constituido y cuál era el
funcionamiento del gobierno colonial; la importancia de las autoridades
eclesiásticas, las nuevas formas de moral y también el terror que inspiró el
Santo Oficio todo ello sin olvidar, por supuesto, los estratos o castas de los
que estaba compuesta la sociedad colonial.
No menos importante fue, por supuesto, el arte y la
cultura en la Colonia que en cada siglo XVI, XVII y XVIII tuvo manifestaciones
particulares, la vida cotidiana y el surgimiento del criollismo, de donde salió
el conjunto de hombres que, finalmente, habrían de terminar con la Colonia y
con la dependencia que, de España, tenía México antes de llamarse como hoy se
llama.
La Independencia de México (1810-1821)
La guerra de la independencia comenzó el 16 de septiembre
de 1810 (con el conocido grito de Dolores) y culminó el día 27 de septiembre de
1821 con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México.
Primera etapa
Abarca desde el Grito de Dolores (16 de septiembre
de 1810) hasta la batalla de Puente de Calderón (en el actual municipio de
Zapotlanejo, Jalisco, el 17 de enero de 1811), cuando la muchedumbre dirigida
por Hidalgo -con su famoso estandarte guadalupano en mano- peleaba con más
pasión y arrojo que estrategia. En este momento, cuando el cura de Dolores
llegó a su cita con la historia en el Puente, sus fuerzas se calculan en alrededor
de cien mil hombres (entre criollos, indios, mestizos y gente de las castas).
Por su parte, los realistas, soldados leales al virrey y a la corona española,
debían rondar entre los 50 mil efectivos.
Segunda etapa
En este periodo entra en escena José María Morelos
y Pavón. Éste va desde principios de 1811 hasta la toma del Fuerte de San Diego
en Acapulco (en agosto de 1813). Durante este tiempo, los insurgentes se
anotaron varios triunfos siendo los más sonados los obtenidos en las regiones
del centro -en Cuautla (Morelos), donde llegaron a romper un importante cerco-
y en el sur -en Acapulco y Chilpancingo (en Guerrero), donde incluso gestionó
el primer Congreso de Anáhuac- de la actual República Mexicana.
Tercera etapa
Ésta se caracteriza por un gran desorden. Con la
muerte del “Siervo de la Nación” (fusilado en Ecatepec, en el Estado de
México), se crea un gran vacío en el mando del grupo insurgente y los
realistas, aprovechando esta situación, al mando del temible General Félix
María Calleja logran rehacerse y recuperar la ofensiva. En esta etapa se rinde
el último reducto importante insurgente y, técnicamente, los leales a la corona
han ganado la guerra. Sólo unas cuantas partidas, como la que comandaba Vicente
Guerrero (en el sur), siguieron en pie de lucha. Este periodo acaba en febrero
de 1821 con la firma del trascendental “Plan de Iguala”.
Cuarta etapa
Ésta transcurre del 24 de febrero de 1821 hasta el
27 de septiembre de ese mismo año cuando el Ejército Trigarante, al mando del
ex realista, Agustín de Iturbide, entra triunfal, junto con Vicente Guerrero, a
la Ciudad de México. El contingente, compuesto por los soldados del General
Iturbide (ya convertidos) y los insurgentes que aún quedaban, avanzó por la
actual calle de Madero en el Centro Histórico de CDMX hasta alcanzar la popular
plancha del Zócalo. Con este pasaje terminó formalmente la lucha por la
Independencia de México.
Reforma de México (1855-1861)
La Reforma es un período de transformación social
caracterizado por la transición de la estructura política de la Colonia y del
Imperio, a la formación de un estado nacional basado en el orden constitucional.
Esta revolución se basó sobre la necesidad de una reestructuración social que
intentó terminar con los privilegios de las clases dominantes, la reactivación
de la economía y la restauración del trabajo.
En la intervención norteamericana de 1847 se
comprobó la falta de cohesión nacional, el distanciamiento de los estados del
poder central, la falta de recursos y el continuo enfrentamiento entre los
grupos opositores de la época, liberales y conservadores, factores que hicieron
que la pacificación del territorio nacional se viera obstaculizado por todas
partes.
Se considera que la Guerra de Reforma o de los Tres
Años, inició a partir del 17 de diciembre de 1857, con la promulgación del Plan
de Tacubaya, hasta el 1/o. de enero de 1861, con la entrada a la Ciudad de
México del General Jesús González Ortega, este conflicto se libró entre los
grupos conservador y liberal, los primeros buscaban la permanencia del estado
de cosas de la Colonia, en tanto favoreciera sus privilegios y que la economía
primero se consolidara al interior del país; por su parte, los liberales
buscaban la transformación social hacía una estructura política moderna, con
énfasis en el mercado externo.
El 5 de febrero de 1857, fue promulgada la nueva
constitución política que regiría al país, la cual, además de declarar entre
otras cosas, la abolición de la esclavitud, libertad de enseñanza y de cultos,
hacía desaparecer los fueros militar y eclesiástico, estas ideas innovadoras
provenientes de la filosofía moderna europea y los conceptos de la Ilustración
no fueron bien recibidas por los grupos conservadores, quienes se apoyaron en
buena parte en altos mandos del ejército, quienes se veían afectados al perder
su fuero militar.
En la Ciudad de México se preparó una siblevación
bajo el nombre del “Plan de Tacubaya”;
fueron el 1/er. Batallón de Ingenieros, a las órdenes del Coronel Domingo Nava,
el Batallón Ligero Activo de México, al mando del Coronel Marcos Esnaurrízar y
dos Baterías de Artillería a las órdenes del Coronel Zeferino Rodríguez,
fuerzas que sumaron un efectivo de aproximadamente 1200 elementos de tropa y
estuvieron al mando del General Félix Zuloaga los cuales marcharon el 17 de
diciembre de 1857, de Tacubaya a la Ciudadela, en donde se le sumaron las
tropas de la guarnición que se encontraban a las órdenes del General Joaquín
Rangel, integradas por el Cuerpo de Ambulancia, Batallón de Artillería,
Batallón “Mina”, 2/o. Batallón de Ingenieros, Batallones de la Libertad,
“Degollado”, de Zapadores Bomberos, Activo de Tehuantepec y la División Activa
de Artillería. Ante esta situación crítica el General Ignacio Comonfort,
Presidente electo en ese momento, se adhirió al Plan de Tacubaya.
Durante el año de 1857 la estructura del ejército
fue modificada según las siguientes órdenes:
El 29 de abril se decretó que, en tanto se
estructurara el ejército permanente, éste constaría de 8 Batallones de
Infantería, constituido cada uno de 8 compañías, un Batallón de Ingenieros
formado por cuatro compañías, 4 cuerpos de Caballería de 4 compañías cada uno,
un Batallón de Artillería a píe y una División de Artillería a Caballo.
El 13 de junio se dispuso una organización en 5
Divisiones Mixtas: la primera de ellas a las órdenes del General Zuloaga,
conformada por los Batallones de Ingenieros, 2/o. de Línea y 2/o. de Rifleros,
más el 3/er. Cuerpo de Caballería, una batería y media de artillería a píe.
El 27 de septiembre, el General Comonfort determinó
que el ejército permanente constaría de 12 batallones y 2 Compañías Fijas de
Infantería, una Brigada de Plaza y una División de Artillería a Caballo, 2
Batallones de Ingenieros, una Compañía de Ambulancia y de 6 Compañías de
Caballería, más las Compañías Presídiales necesarias para la persecución de los
indios bárbaros. Se incluyó además un Cuerpo Científico de Ingenieros, otro
Especial de Plana Mayor, otro de Salud Militar y el Estado Mayor General del
Ejército. La Milicia Activa se constituiría de 7 Batallones de Infantería, 2
Divisiones y 16 Baterías de Artillería y 6 compañías de Caballería.
Las indecisiones del presidente Comonfort
originaron que fuera hecho prisionero don Benito Juárez, Presidente de la
Suprema Corte de Justicia, sin embargo éste fue liberado el día 11 de enero de
1858, después del pronunciamiento hecho ese mismo día mediante el cual se
desconoció al Presidente Comonfort y se nombró como Jefe del movimiento del
“Plan de Tacubaya” al General Félix María Zuloaga.
Después de ser liberado el 11 de enero de 1858, Don
Benito Juárez salió de la capital, ya que por ministerio de ley según la
Constitución de 1824, y al tener el cargo de Presidente de la Suprema Corte de
Justicia, en ausencia del Presidente de la República, le correspondía la
responsabilidad de dirigir al país, por este motivo se trasladó a Querétaro y
luego a Guanajuato, en donde el 19 de enero estableció su gobierno,
posteriormente se dirigió a Guadalajara, donde estuvo a punto de ser fusilado.
En estas circunstancias se enfrentaron dos bandos
con ideales diferentes: por un lado los conservadores guiados por el General
Zuloaga, que tenían como objetivo modificar el sistema constitucional a uno que
permitiera un régimen conservador y, por otro lado, los liberales de Juárez,
que defendían los principios de legalidad basados en la Constitución Política.
Desde Guadalajara, en febrero de 1858, Juárez acordó con sus ministros
permanecer con su gobierno en esa ciudad en tanto la capital era rescatada. El
General Anastasio Parrodi fue designado Comandante del Ejército de la coalición
liberal, el cual en su mayoría se integró de las milicias estatales.
De esta manera inició la campaña en contra del
ejército del bando conservador, el cual mantenía en sus filas al ejército
permanente, dándose los primeros enfrentamientos en Salamanca.
El 23 de diciembre de 1858, apareció una tercera
fracción diferente de los liberales y los conservadores, liderado por el
General Miguel María Echegaray, quien se pronunció con el “Plan de Navidad”,
cuya intención era reconciliar a los bandos en pugna, este plan fue modificado
y se le llamó “Plan de Ayotla”, el cual desconocía al gobierno emanado a
consecuencia del “Plan de Tacubaya” y propuso la creación de una junta popular
compuesta de personas de todas la República para que establecieran una
administración provisional y nombraran a una dirigente para ejercer el poder
supremo.
El plan fue secundado por varios comandantes
conservadores, por estas circunstancias el Presidente conservador Félix Zuloaga
renunció al cargo y la Junta se estableció conforme al plan el 1 de enero de
1859. Benito Juárez rechazó la invitación y ratificó su postura de respetar la
Constitución de 1857.
Sin embargo el General Miguel Miramón que se
encontraba en Querétaro regresó a la Ciudad de México y rechazó las proclamas
de Echeagaray. Miramón asumió la presidencia de los conservadores, el 2 de
febrero de 1859, restableció el Plan de Tacubaya y con este acto dio
continuidad a la Guerra de Reforma.
La influencia de Estados Unidos fue determinante en
la política del país, pues al reconocer al gobierno de Juárez, el 6 de abril de
1859, aunque la guerra civil seguía su paso en todo el país, fue el 22 de
diciembre de 1859, cuando se libró el combate decisivo entre las fuerzas
liberales al mando del General Jesús González Ortega, los cuales vencieron a
las fuerzas conservadoras a las órdenes del General Miramón, en las Lomas de
San Miguel Calpulalpan, posteriormente las tropas liberales entraron a la
Ciudad de México el 1/o. de enero de 1861, y el ejército permanente fue
licenciado, sus funciones fueron realizadas por el ejército liberal de Juárez.
Revolución Mexicana (1910-1920)
La Revolución Mexicana se inició el 20 de noviembre de 1910. Este era un
levantamiento contra el entonces presidente Porfirio Díaz y estuvo encabezado
por Francisco Madero. El objetivo inicial era luchar contra el orden
establecido pero a medida que transcurrió el tiempo se transformó en una guerra
civil.
Esta insurrección estaba influenciada por movimientos liberales,
anarquistas, socialistas, agrarios y populistas.
Desde el año 1876 Porfirio Díaz ejerció la presidencia de una manera
dictatorial pero a pesar de ello, logró que México creciera económicamente y
aseguró la estabilidad política del país. Pero este progreso no se hizo sentir
en las clases sociales más bajas lo que generó un gran descontento de dicho
sector. Esta situación fue aprovechada por aquellos que deseaban terminar con
el Porfiriato (así se conoce al período presidencial de Porfirio Díaz) y así
comenzaron los levantamientos.
La política del país comenzó a agitarse cuando
Porfirio Díaz aseguró en una entrevista (18 de febrero de 1908) que se
retiraría una vez que finalizase su mandato sin pretender la reelección. La
oposición comenzó a tener más importancia y Madero realizó giras por México
para formar un partido político. Sin embargo, tiempo después Porfirio Díaz
presentó su nueva candidatura presidencial y Madero fue arrestado por sedición.
Mientras se encontraba en prisión se celebraron las elecciones en las cuales
Díaz se alzó con el triunfo.
En 1911 se realizaron nuevas elecciones en las
cuales resultó electo Madero. Desde el comienzo de su mandato tuvo diferencias
con otros líderes revolucionarios, que provocaron el levantamiento de Emiliano
Zapata y Pascual Orozco contra el Gobierno maderista. En 1913 un movimiento
contrarrevolucionario, encabezado por Félix Díaz, Bernardo Reyes y Victoriano
Huerta, dio un golpe de Estado. El levantamiento militar, conocido como Decena
Trágica, terminó con el asesinato de Madero, su hermano Gustavo y el
vicepresidente Pino Suárez. Huerta asumió la presidencia, lo que ocasionó la
reacción de varios jefes revolucionarios como Venustiano Carranza y Francisco
Pancho Villa. Tras poco más de un año de lucha, y después de la ocupación
estadounidense de Veracruz, Huerta renunció a la presidencia y huyó del país.
A partir de ese suceso se profundizaron las
diferencias entre las facciones que habían luchado contra Huerta, lo que
desencadenó nuevos conflictos. Carranza, jefe de la Revolución de acuerdo con
el Plan de Guadalupe, convocó a todas las fuerzas a la Convención de Aguascalientes
para nombrar un líder único. En esa reunión Eulalio Gutiérrez fue designado
presidente del país, pero las hostilidades reiniciaron cuando Carranza
desconoció el acuerdo. Después de derrotar a la Convención, los
constitucionalistas pudieron iniciar trabajos para la redacción de una nueva
constitución y llevar a Carranza a la presidencia en 1917. La lucha entre
facciones estaba lejos de concluir. En el reacomodo de las fuerzas fueron
asesinados los principales jefes revolucionarios: Zapata en 1919, Carranza en
1920, Villa en 1923, y Obregón en 1928.
México Moderno
A lo largo del siglo XX el objetivo del cambio
llevó grandes nombres distintos: lo que entre 1920 y 1940 se llamó progreso, en
las tres décadas posteriores se denominó desarrollo, y en el último tercio del siglo,
modernización.
Estas nociones tenían en común un objetivo general
de bienestar prosperidad, y variaban, al
igual que en otros países, determinadas por los cambios tecnológicos y los
avances en el conocimiento científico que fueron distintivos del siglo XX. Sin
embargo, algunos procesos estuvieron presentes en los tres conceptos como
atributos de una vida mejor: la vida urbana, la industria, la educación, la
secularización.
Los indicadores del cambio social que experimentó
México en este periodo son distintos e independientes pero estaban
interconectados y se reforzaban entres sí
porque iban en la misma
dirección, aunque a ritmo diferente. Por ejemplo, la migración del campo a la
ciudad, que sostuvo la urbanización; el cambio de ocupación del sector agrícola
al industrial, al de servicios, o al de la economía de mercado; el mayor acceso
de grupos e individuos a los medios de comunicación de masas e incluso a la
educación formal, lo que generó nuevas expectativas y comportamientos al mismo
tiempo indujo la necesidad de desarrollar o adoptar formas de organización e
integración sociales adecuadas al medio urbano: grupos de vecinos, sindicatos,
clubes, grupos religiosos, de ayuda mutua, de padres de familia; así como
nuevos patrones de relación con la autoridad y de participación política.
A partir de los años setenta del siglo XX se puede
constatar la ocurrencia simultánea de muchos de estos procesos en la sociedad
mexicana. La migración fue uno de los procesos más dinámicos del periodo.
Uno de los indicadores más poderosos del cambio
social fue el descenso de la tasa de fecundidad, el cual se aceleró a finales
de los setenta como resultado de la planificación familiar y de la elevación de
los niveles educativos de las mujeres. En 1999 más de 65 por ciento de las
mujeres unidas utilizaban algún medio de control de la natalidad, y dejaba al
descubierto el rostro de una sociedad secularizada donde la iglesia católica
ejercía una influencia limitada.
Todos estos
cambios fueron reforzados por otras transformaciones también de largo plazo
como la regionalización económica del país. Los medios de comunicación masiva
también crecieron, en particular la radio y la televisión: entre 1982 y 1995.
Los cambios fueron reforzados por la regionalización económica del país.
En el año 2000 México vivió por primera vez, tras
71 años de gobiernos priístas, la alternancia política cuando la Alianza por el
cambio de los partidos Acción Nacional y Verde Ecologista de México, con el
43.5% de los votos, derrotó al PRI y su candidato Francisco Labastida y a la
Alianza por México y su candidato Cuauhtémoc Cárdenas en las elecciones
presidenciales. Vicente Fox fue electo presidente de la nación.
En 2006 tras las elecciones generales del 2 de
julio, el panista Felipe Calderón Hinojosa fue electo presidente de México para
el período del 1 de diciembre del 2006 al 30 de noviembre del 2012. El
candidato por la izquierda a la presidencia de la Nación, Andrés Manuel López
Obrador, desconoció los resultados electorales anunciados por el Instituto
Federal Electoral y acusó de fraude al presidente Vicente Fox. La Ciudad de
México, se vio paralizada por una manifestación de resistencia civil pacífica
en contra de los resultados electorales.
En los primeros días de su gobierno, Felipe
Calderón cumplió su supuesta promesa de mano dura de actuar en contra del
llamado crimen organizado y el narcotráfico e inició la Guerra contra el
narcotráfico, en la que se movilizó a un número considerable de elementos
militares hacia los focos de acción de dichos grupos dentro del país. El
presidente subió el sueldo a los militares y les pidió lealtad.
El 1 de diciembre de 2012 llegó a la presidencia
Enrique Peña Nieto después de ganar las elecciones del 1 de julio de ese mismo
año. Elecciones que se caracterizaron por el regreso del PRI al poder,
derrotando al PAN, partido en el gobierno durante los dos sexenios anteriores.
El presidente Peña Nieto propuso una serie de reformas publicitadas como
estructurales para "mejorar la situación económica de México" y su
"competitividad internacional". Durante el gobierno de Peña Nieto, el
dólar alcanzó un punto histórico, en comparación contrastante con la
devaluación del peso mexicano.
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